jueves, 25 de agosto de 2011

el jazz y las relaciones

si logramos entender el jazz, las relaciones son el segundo paso y si las melodías alucinantes causan estragos de sensatez soy una melodramática compulsiva
solo la codicia de esas baterias activas enerban la calidad de un proceso pasajero o duradero, entender el jazz como al amor suele ser confuso exitante y duradero, ¿somos pacientes con los detalles? las introducciones largas nos hacen desear un desarrollo intenso y una conclusión efectiva, historias de notas , sonidos exentricos , misteriosos razonamientos, impetus exaltados, podríamos decir que entender el amor es lo mismo que el jazz, o que el jaz es lo mismo que el amor, mientras nace de la espontaniedad impredecible esa música insensata, ingenua, petulante y agraciada, sincronizada con el va y ven de sentimientos pasajeros, si, esos sonidos amortiguadores que quitan la simplesa de una palabra normal y lo vuelven complejo, esos distractores con un gruñido exentrico. basto de señales espontaneas que enerba ese corazon fujitivo y volatil,versatil en situaciones de agrado y desonrra, ¿somos el jazz de nuestro dia? proceso escandinavo